Shih: el ejército
Arriba K’un, lo receptivo, la tierra
Debajo K’an, lo abismal, el agua
Solución general: El buen general no es el que
impone la disciplina por la fuerza, sino el que con sus virtudes se gana el
corazón de sus soldados. Esto es válido también para los gobernantes, y para
cualquiera que quiera conseguir amigos o ayudantes. Solo si demostramos nuestro
amor hacia nuestros seguidores o colaboradores, hacia nuestros amigos o hacia
las personas que nos rodean, estos serán fieles y sinceros con nosotros.
Las
guerras son empresas peligrosas y solo debe recurrirse a ellas en casos
extremos. Si se ha de recurrir, se ha de explicar a los soldados, que se trata
de una causa justa. Cuando los soldados están convencidos de que luchan por algo
gusto, lucharan con más entusiasmo y aumentarán así las posibilidades de
victoria. Además, se debe vigilar para que los soldados no cometan daños
innecesarios y no causen atrocidades.
Mutaciones
(se leen de abajo arriba)
Mutación de
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