T’ai:
la paz
Arriba K’un, lo receptivo, la tierra
Debajo Ch’ien, lo creativo, el cielo
Solución general: La abundancia y la paz deben
generar en nosotros sentimientos de generosidad hacia los demás. Además, hemos
de estimular a la naturaleza para que sigua floreciendo y produciendo sus
frutos, eso se consigue cuando nos adaptamos a las situaciones y hacemos aquello
que es correcto en cada momento.
La paz es el final del conflicto, de un
conflicto producido por diferentes intereses de personas. Si cada cual busca su
interés particular el resultado es el de conflicto. Si cada uno intenta
comprender al otro, ser gusto con el, y no dejarse llevar por sus ambiciones, el
resultado es la paz. Pero la paz autentica es la que se produce cuando todo el
mundo se olvida de sus intereses particulares y procura solo el bien común. Para
llegar a esto hay que crecer espiritualmente primero, pero aunque no hayamos
llegado al crecimiento necesario para obrar así, si que podemos orientar nuestra
actitud y nuestro comportamiento en esta dirección.
Mutaciones
(se leen de abajo arriba)
Mutación de
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